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Salud ósea y articular

Su esqueleto y sus articulaciones cambian constantemente. A medida que envejece, este proceso se hace más desequilibrado. Esto podría provocar osteoporosis y artritis reumatoide (AR).

Huesos con osteoporosis

A lo largo de la vida, los huesos pasan por un proceso de remodelación. Esto significa que los huesos viejos se quiebran. Entonces, se forman huesos nuevos para reemplazarlos. La pérdida ósea ocurre progresivamente a medida que uno envejece. Sin embargo, se acelera cuando las mujeres atraviesan la menopausia y producen menos estrógeno.

Los huesos con osteoporosis tienen menor densidad o fuerza. El proceso de remodelación se desequilibra. Los huesos se vuelven frágiles y hay más probabilidades de fractura.

A medida que el proceso de remodelación natural del cuerpo se desequilibra con la edad, es más probable que la persona desarrolle osteoporosis. Los huesos viejos se siguen quebrando. Sin embargo, con la osteoporosis, se forman menos huesos nuevos para reemplazarlos. Esto provoca baja densidad ósea. Deja a los huesos frágiles y con mayor probabilidad de fractura.

Menopausia y osteoporosis

Las mujeres mayores pueden tener problemas de osteoporosis. El estrógeno afecta fuertemente la tasa de pérdida ósea. Por eso la osteoporosis es más frecuente en las mujeres posmenopáusicas. El estrógeno ayuda a regular el proceso de remodelación ósea. Sin embargo, a medida que las mujeres atraviesan la menopausia, los niveles de estrógeno bajan. Esto afecta el equilibrio entre las células de eliminación de la materia ósea y las células de construcción ósea. Los huesos débiles pueden provocar lesiones importantes en las últimas etapas de la vida. Por eso es importante controlarse la salud ósea después de los 50 años.

Cómo medir la densidad mineral ósea

Se recomienda que las mujeres posmenopáusicas de más 50 años se examinen los huesos. La principal prueba para la osteoporosis es la prueba de densidad mineral ósea. La densidad mineral ósea se refiere a la cantidad de minerales óseos, como el calcio, que está presente en los huesos. Una baja densidad ósea significa que los huesos son más porosos o livianos. Su médico puede solicitar un examen de densidad mineral ósea. También puede enviarlo a otro centro para que se realice la prueba. Dependiendo del lugar donde usted viva, su plan médico puede ayudar a coordinar un examen óseo en el hogar.

Manejo de la artritis reumatoide

Al principio, aprender a manejar la AR podría parecer un desafío.

Pero comprender su diagnóstico puede ayudarlo a tomar el control de su salud. No hay cura para la AR. Sin embargo, existen varias opciones de tratamiento que pueden ayudarlo a manejar el dolor y a mantenerse activo. Hable con su médico. Conozca estos tratamientos.

Es importante comenzar el tratamiento inmediatamente después del diagnóstico. Esto puede ayudar a prevenir el daño a largo plazo en las articulaciones y mejorar la salud en general.

Cómo la artritis reumatoide afecta a las articulaciones

En la mayoría de los casos, la AR es una afección a largo plazo. Provoca inflamación en las articulaciones. Esto ocasiona dolor y rigidez. Puede dificultar el movimiento o la capacidad de realizar las tareas cotidianas.

Cada articulación del cuerpo es el lugar donde se unen los extremos de dos huesos. El cartílago conecta los huesos y la membrana sinovial rodea cada articulación. Se trata de un tipo de tejido que ayuda a los huesos a moverse con facilidad en esa articulación.

En la AR, la membrana sinovial se hincha y se hace más gruesa. Esto daña el cartílago y el hueso. Además debilita los músculos cercanos. Y también debilita los tendones que conectan los músculos con el hueso. Dificulta el movimiento. En algunos casos, la inflamación severa puede hacer que se tuerzan las articulaciones.

La AR suele afectar las articulaciones pequeñas de las manos y los pies a ambos lados del cuerpo. Pero puede afectar muchas articulaciones, entre las que se incluyen:

  • Tobillos
  • Codos
  • Cadera
  • Rodillas
  • Cuello
  • Hombros
  • Muñecas

Tratamientos comunes

El diagnóstico de la AR requiere:

  • Un examen físico.
  • Posiblemente, análisis de sangre.
  • Exámenes, como radiografías, RM o ecografías.

Una vez diagnosticada, los tratamientos para la AR están dirigidos a:

  • Disminuir la inflamación.
  • Aliviar los síntomas, como el dolor y la hinchazón.
  • Prevenir el daño a largo plazo.

No existe un tratamiento único que funcione para todos los pacientes. Es posible que muchas personas cambien su tratamiento al menos una vez. Por lo general, los fármacos antirreumáticos modificadores de la enfermedad (FARME) son el primer tratamiento indicado para la AR.

Las personas que tienen AR pueden hacer muchas cosas para manejarla. Quienes tienen AR pueden tener una buena calidad de vida. Sin embargo, si tiene AR debe entrar en acción. Es importante que tome todos los medicamentos tal como se lo indiquen. También es importante que tome el control y se haga escuchar. Dígale a su médico si los medicamentos le ocasionan efectos secundarios o problemas.

El clima húmedo y frío puede producir rigidez e inflamación en las articulaciones. Aprenda maneras de manejar el dolor que le ocasiona la artritis.

La salud ósea es de gran importancia, especialmente en las últimas etapas de la vida. La osteoporosis produce facturas de hueso. Aunque es una enfermedad frecuente, la osteoporosis se puede prevenir. Conozca las medidas que puede tomar para prevenir la osteoporosis.